martes, 12 de julio de 2011

Esmalte rojo


Las manos de mi mamá tienen las uñas pintadas de rojo y son lo que las hace elegantes, como la cereza en la punta del helado de crema.

Bombachas de encaje


Bombachas de encaje estiradas, fotos de ex novios, semillas de cannabis, cuadernos escritos con birome y esmaltes nacarados. Es común en la mujer darle más importancia de la que se debe a los objetos, pero al fin y al cabo son sólo cosas que ocupan espacio en los armarios a los que las damas no llegan ni subidas a sus tacos negros más altos. Estoy medio aburrida, ¿viste?, le dice Mariana a Alejandra y no miente. Cierra la caja y, con la ayuda de una escalera portátil, la pone en el estante más alto de la baulera. No encontró lo que buscaba en sus trastos viejos y encima se llenó de polvo y además está aburrida y nadie la entiende. Es eso que se siente cuando todos cambian y uno no. A Mariana le pasa justo eso y está buscando una solución en el archivo personal que guarda en el sótano de su edificio.

10 expositores de Puro Diseño

(Este texto fue publicado previamente en Kunst in Argentinien)
Del 19 al 25 de mayo se realizó en La Rural la 11º edición de la Feria Puro Diseño. El eje conceptual fue “Colores” y se vio reflejado en las creaciones de los más de trescientos expositores. A continuación, una selección de las propuestas más interesantes en cada categoría.

Equipamiento:

Piezas Sueltas

Se trata de muebles reciclados, pero con una mirada lúdica muy colorida. No se busca regresar al viejo esplendor de los objetos, no son trastos viejos que fueron pintados de nuevo, sino creaciones distintas y divertidas.

Mole Design

La gente de Mole hace muebles vanguardistas. ¿Qué quiere decir esto? Que son lindos y prácticos. Basta ver algunos ejemplares de su línea Desmedida para darse cuenta de que este grupo de diseñadores industriales y gráficos tiene talento.

Joyería:

Las Guata

Son piezas únicas, inspiradas en leyendas de los indígenas de Colombia, Ecuador y Panamá. Utilizan materiales originales y naturales como semillas y metales nobles. Diseños coloridos y fuera de lo común.

Luz Arias

Las joyas de esta arquitecta tienen un dejo de rusticidad pero son distinguidas. Su material predominante es el metal. Tiene una colección en plata y cobre y otra de objetos reciclados. Vale la pena echarle un vistazo a su línea de bijou inspirada en coronas.

Indumentaria:

Bolsas de viaje – Gorrión

Son carteras, son bolsos. Son divinos y prácticos. Los productos de esta joven marca están inspirados en dulces memorias de la infancia. Además hacen billeteras, monederos y fundas y morrales para computadoras y cámaras.

Ingueborga

La diseñadora Natalia Testai se inspiró en su abuela a la hora de conceptualizar su marca de ropa. Hay en sus creaciones un guiño infantil y juguetón y mucha influencia del mundo onírico. Ropa linda, cómoda y divertida.

Puro Sabor:

Flor Richi

La pastelería linda está de moda y este fue un detalle que no se le escapó a esta cocinera dedicada a fusionar diseño con sabor. Ella se especializa en creaciones coloridas y en tamaño mini.

Jacarandá

Los cupcakes abundan en las pastelerías de Buenos Aires y son la especialidad de esta empresa. Hay de brownie, lemon pie e incluso pochoclo. También hacen tortas, muffins y otras delicias dulces.

Provincias:

Mamushka (Santiago del Estero)

Estas creaciones parecen salidas de un club de jazz estadounidense de los años veinte. Hay aros, carteras, collares , entre otros. Abundan las plumas, las piedras fantasía y los colores oscuros.

Santos Liendro (Salta)

Roxana Liendro se inspiró en su padre orfebre para crear su marca de indumentaria y accesorios. Utiliza materiales típicos de la región andina a la que pertenece: alpaca, algodón, lana, aguayo y barracanes.

Edificio Lipsia: en el centro del centro

(Este texto fue publicado en la primera edición de la revista AvC Magazine)

Remontémonos al año 1936. En ese momento el obelisco era un nuevo hito ubicado en el medio de la avenida más importante de la ciudad y la avenida Corrientes estaba en pleno esplendor: acababa de ser ensanchada.

Fue en este contexto ideal que Curt Berger, un comerciante alemán radicado en la ciudad, tuvo una idea. Se le ocurrió comprar los lotes que la Municipalidad había expropiado luego del ensanche de Corrientes. Su objetivo: construir un edificio de rentas.

“Mi abuelo tenía una casa comercial por la calle 25 dEnlacee Mayo y buscaba ampliar el negocio”, cuenta Claudia Baumgart, nieta de Berger y actual directora de Lipsia S.A. El arquitecto elegido fue el húngaro Juan Kronfuss y luego contrataron a una constructora alemana llamada Wayss & Freytag, que aún existe. “Lo hicieron en distintas etapas porque los terrenos eran de varios dueños y a veces no querían vender”, cuenta Baumgart. “Fue un proceso que duró muchísimos años. La empresa se creó en el 1936 y el edificio fue terminado a principios de la década del cincuenta”. El edificio lleva el nombre en español de Leipizig, la ciudad de la que provenía su abuelo.

Juan Kronfuss: la mente detrás del diseño

El racionalismo arquitectónico surgió en Europa a principios del siglo pasado, luego de la primera guerra mundial. Se trata de un estilo carente de ornamentaciones, funcional y muy simple. Bajo esta filosofía se abanderaba Kronfuss, el arquitecto que diseño el edificio Lipsia.

Nació en Budapest pero estudió en Arquitectura en Munich, Alemania. En 1908 ganó un concurso internacional para la construcción de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y dos años más tarde se trasladó a Buenos Aires para realizarlo, pero el proyecto no se pudo concretar.

Diseñó varias viviendas de Belgrano R y también el Cementerio Alemán, en Chacarita. Entró al servicio de la constructora Wayss & Freytag cuando estaban a punto de terminar el Hotel de Inmigrantes, ubicado en el puerto de Buenos Aires.

Kronfuss diseñó el edificio Lipsia bajo las reglas del estilo que lo caracterizaba. La entrada principal se colocó en Corrientes 316 y se construyeron seis pisos destinados a oficinas.

Un garage fileteado

“Corrientes 348 segundo piso, ascensor”, dice el tango de 1924 “A media luz” de Donato y Lenzi. “Una cosa es la poesía y otra es la realidad. Nunca existió esa dirección. A principios de los setenta, a la Municipalidad le pareció que tenía que haber un número 348 donde antes estaba el 344. Nos mandaron una carta muy formal para preguntarnos si nos molestaba”, cuenta Baumgart. Era justo el garaje y no les importó. Entonces se fileteó el portón para que se vea algo alusivo al tango cuando se cierra. Cada tanto se renueva la pintura y es hasta el día de hoy que vienen muchísimos porteños y extranjeros para sacarse una foto.

También se puso una placa y la fiesta de inauguración estuvo a la altura de la importancia del tango. Fue en 1971, al mismo tiempo que se declaró que la avenida Broadway de Nueva York y Corrientes eran hermanas. Cortaron la calle, vino el embajador de Estados Unidos y Saturnino Montero Ruíz, el intendente en ese momento. Tocó una gran orquesta y todo el mundo se puso a milonguear.

Mirando al futuro

Este año Lipsia cumplió 75 años. No es poco. En búsqueda de no quedarse atrás, la administración intenta dar un buen servicio y renovar el estilo. “El edificio queda viejo al lado de otros”, cuenta Baumgart, “Hay que aggiornarlo. En 1994 se fueron los laboratorios Bayer y Roemmers, grandes inquilinos de la época, que ocupaban pisos enteros. Entonces aprovechamos para reciclar. En ese momento era una estructura de época: había una oficina por ventana, un concepto antiguo. A medida que avanza el tiempo cambia el espacio en el que se trabaja. Ahora se usan espacios integrados en las oficinas, no cuartos pequeños uno al lado del otro. Esa es la manera de recibir buenos alquileres y tener buenos clientes: innovar, pero siempre mantener lo clásico”.