jueves, 29 de abril de 2010

Las rarezas de la Feria del Libro

Esta nota fue escrita en el año 2008, en motivo de la 34ª Feria del Libro.

La 34ª Feria del Libro se realizó en La Rural del 24 de abril al 12 de mayo. Fue la más concurrida de la historia y tuvo de invitados a Tom Wolfe y Naomi Klein. Hubo una gran variedad de charlas y stands de todo tipo.

Pero no todo es libros, la Feria está también llena de singularidades. Cualquiera que lo desee puede comprar repuestos para la pipa de agua, leer un buen libro sobre arquitectura china en alemán o aprender a hacer maquetas de satélites. La Feria es un mágico lugar donde Luis D’Elia y Araceli González se ponen al mismo nivel, dando los dos charlas de magnitudes similares y públicos bien distintos.

¿Con qué objetivos va la gente a la Feria del Libro? Se pueden encontrar distintos tipos de personas dentro. Están los alumnos secundarios, que aprovechan la excursión para levantarse chicas con frases de intelecto superior: “¿Qué estás leyendo? ¿Venís siempre a la Feria del Libro?”.

Por otro lado, los hombres que no les alcanzan las manos para agarrar los cuatro vasos de Fernet de menta que consiguieron gratis. También están los que compran libros a tres pesos y helados a siete y los visitantes de típica viveza argentina, que van a las charlas de vino y comida para degustar gratis. Y también están los que van a comprar libros.

Los libros que más se llevan son los que más se compran en todas las librerías. Nombres como Narda Lepes, Dan Brown y J.K. Rowling, son, según encargados de los stands de las editoriales Planeta y La Flor, los más pedidos por los visitantes.

La Feria del Libro se realiza cada año, albergando cientos de stands y atrayendo a miles de visitantes. Ir un domingo implica enfrentarse a multitudes dignas de un recital de los Rolling Stones en River, pero al final del día todos contentos, se le dio un lugarcito en la semana a la “cultura”.