martes, 18 de septiembre de 2012

Salud mental

Las dudas sobre en qué consisten las enfermedades mentales, quiénes deben tratarlas y de qué manera, se han hecho tan perennes que inducen a sospechar que, en última instancia, no hay ninguna solución objetiva para ellas. (...) Las enfermedades mentales son, de hecho, un asunto político: creemos que, en vez de tratarlas simplemente como un problema consistente en dar con los medios eficaces para alcanzar un fin acordado, debemos considerar los desacuerdos fundamentales sobre los fines que yacen debajo de las polémicas actuales.
David Ingleby, "Psiquiatría crítica", 1982:8

martes, 4 de septiembre de 2012

Rosales al atardecer


Se sintió tan vieja, tan acabada, tan distante de las mejores horas de su vida, que inclusive añoró las que recordabá como las peores, y sólo entonces descubrió cuánta falta hacían las ráfagas de orégano en el corredor, y el vapor de los rosales al atardecer, y hasta la naturaleza bestial de los advenedizos. Su corazón de ceniza apelmazada, que había resistido sin quebrantos a los golpes más certeros de la realidad cotidiana, se desmoronó a los primeros embates de la nostalgia. La necesidad de sentirse triste se le iba convirtiendo en un vicio a medida que la devastaban los años.
Gabriel García Márquez, "Cien años de soledad", 1982:316

lunes, 3 de septiembre de 2012

La ciencia


Hay un bello texto de Nietzsche, un texto corto, que dice que se ha justificado la ciencia por tres razones, tres motivaciones: la dicha pura del conocimiento, la utilidad social y, por último, la gloria de Dios, el orden armonioso de la naturaleza. Nietzsche termina su aforismo con estas tres palabras: "tres razones, tres errores". Cuando uno conoce un poco a este filósofo, se adivina que la verdadera motivación en la que pensaba, pero que no mencionó expresamente, es la voluntad de poder.
Godin - "El racismo del gen" (2001:22)